Partiendo desde el Puente del Gargantón, la ruta consiste en ascender el Pico Mágina (2.164 m.) por el sendero del Gargantón hacia Fuentezuelas y el Refugio Miramundos. El descenso se realiza hacia el Collado del Puerto y el sendero del Milagro. Nos encontramos en el Parque Natural Sierra Mágina.
Para llegar al Puente del Gargantón, recorremos el Camino del Gargantón, un carril agrícola terrizo durante 3 km. desde Bélmez de Moraleda, encontrándose en aceptable estado para turismos. Junto al puente hay un ensanche que permite estacionar varios vehículos. También es posible llegar desde otros puntos, pero el estado de los caminos es regular. Esta perspectiva de la boca del Barranco del Gargantón la obtenemos en la aproximación, desde otra pista que viene de la carretera que une Bélmez con Huelma.
Y esta perspectiva es la que conseguimos ya entrados en faena iniciando el sendero. El río baja con un notable caudal en este primer tramo, gracias al aporte de un nacimiento por el que pasaremos. El sendero vadea el cauce en varias ocasiones por puentecillos de troncos, pero no siempre estarán dispuestos, por lo que habrá que saltar entre las piedras. En el margen derecho dejaremos una acequia que roba parte del caudal del nacedero.
El barranco se encajona cada vez, ofreciéndonos un paisaje excepcional.
Un espectacular relieve kárstico nos sorprende en ambas laderas.
El sendero gana altura rápidamente. Ahora toca una vista atrás, para admirar esa imponente aguja pétrea, por cuya base hemos pasado hace un rato.
El recorrido se vuelve cada vez más abrupto. Llegamos a un tramo puramente rocoso, con cierta exposición, ya que hay que salvar ese salto que vemos en la imagen por su margen derecha. Con lluvia reciente tiene que ser inmensa la cascada que se forme.
A pesar de discurrir gran parte de la ruta por sendero, justifico su dificultad por este tramo algo expuesto, además de la rampa de subida al paraje de las Chimeneas de Hadas, la orientación por un tramo campo a través para enlazar con el Refugio Miramundos, y el largo descenso desde la Cuerda del Milagro por un terreno muy inclinado y descompuesto. Aunque todo esto sin mayor complicación técnica para los acostumbrados a la montaña y que sepan apreciarla. En la fotografía observamos una vista atrás al pasar por la Hoya de los Tejos. Este topónimo el mapa del IGN lo ubica erróneamente más arriba, confundiéndolo con el Hoyo de la Encantada.
Llegamos a una intersección de senderos. El de la izquierda se dirige hacia el Collado del Puerto por la Umbría de Pandeleón. Tomamos el de la derecha, hacia el paraje de Fuentezuelas. Ahora nos sumergimos en un esplendoroso pinar salgareño autóctono de gran porte.
Durante la ascensión contemplamos al frente los crestones de las Morras del Poyo.
Otro impactante paraje por el que pasamos, es el Collado de la Cueva de los Lobos.
En este collado dejamos a un lado otro cruce con un sendero que se dirige por la ladera contraria de solana hacia el Collado del Puerto.
La belleza de este paraje se acrecenta con curiosos escarpes y pináculos en equilibrio.
Al fondo vemos la Cuerda del Milagro, por donde efectuaremos el regreso. De momento proseguimos hacia Fuentezuelas, donde podemos repostar el preciado líquido.
Estos lares están frecuentados por una manada de caballos en semilibertad. En el horizonte ya tenemos a la vista las cumbres nevadas de Sierra Nevada.
Desde Fuentezuelas contemplamos en primer plano el Collado de la Cueva de los Lobos, y por encima de éste, en lontananza divisamos el Collado del Puerto, por donde dentro de unas horas seguiremos cerrando nuestro círculo. Pero todavía queda faena por delante…
Al poco tiempo abandonamos el sendero de Fuentezuelas, cambiando el rumbo hacia el paraje de las Chimeneas de Hadas.
Se trata de un tramo que discurre por una vereda difusa, con fuerte pendiente y terreno muy suelto, siendo catalogada esta rampa como «graciosilla».
Pero la recompensa paisajística por esta vía directa es inigualable, las Chimeneas de Hadas. Contemplaremos estas curiosas formaciones rocosas casi desde todas sus perspectivas, conforme vamos rodeándolas.
Abajo vemos el Gargantón, el Collado de la Cueva de los Lobos y el prado de Fuentezuelas. Graciosilla subidita, pero que resulta muy vistosa, al sucederse un paraje tras otro, a cual más bello.
Una gran roca redondeada, nos sirve como mirador natural de las Chimeneas de Hadas. Detrás nuestra se alza Peña Grajera, última cota dosmil de la cordal de Mágina.
Nueva perspectiva de estas columnas naturales en equilibrio, con la salida del Gargantón de fondo.
El sendero está más definido ahora, cruzando en diagonal una gran pedrera bajo las Morras del Poyo.
En esta imagen observamos el trazado del sendero en suave ascenso atravesando la pedrera.
Con una mirada atrás nos despedimos de las Chimeneas de Hadas.
El marcado sendero que seguimos, llega un momento en que no tiene solución de continuidad, por lo que encaramos la subida al Refugio Miramundos campo a través. Conforme nos acercamos al refugio, dejaremos de verlo en la cumbre y no nos podrá servir como referencia. Un cercano vallado forestal que bordearemos, sí que nos servirá para orientarnos y culminar el repecho final.
A nuestra derecha tenemos la cresta de las Morras del Poyo, y detrás de éstas, descuella Peña Grajera.
La panorámica de 360º desde el Refugio Miramundos es fantástica. La vista alcanza cientos de kilómetros, desde la campiña jiennense a la Sierra de Cazorla y Sierra Nevada.
El refugio se encuentra en muy buen estado para la pernocta, recientemente rehabilitado, con buen cerramiento y mobiliario, si bien ya no dispone de chimenea por haber sido cegada. La planta superior tiene capacidad cómoda para 10-12 personas, y abajo otro tanto.
Tras visitar el refugio, seguimos recorriendo la cuerda hacia nuestro siguiente objetivo, el Pico Mágina.
Al frente lo tenemos. A nuestra izquierda dejamos el clásico sendero que viene del Collado del Puerto y la Cañada de las Cruces.
Durante el ascenso pasamos cerca de otras formaciones kársticas, como dolinas y simas, siempre rodeados de piornos y sabinas rastreras.
Espléndido paisaje calizo admiramos mientras seguimos la cordada en cómodo ascenso.
A nuestra izquierda observamos la boscosa Cuerda del Milagro. Y en el horizonte divisamos Sierra Nevada en su plenitud nival.
Ya tenemos a tiro de piedra la cima de Mágina. Detrás se sitúa la Peña de Jaén, la cual podemos ascender opcionalmente con un trazado lineal. La dejamos pendiente como excusa para otra ocasión, para ascenderla por otra vertiente.
Aunque el Pico Mágina supone la mayor altitud de toda la sierra, tampoco vamos a mejorar sustancialmente las panorámicas que hemos disfrutado desde Miramundos. Si bien podemos contemplar una nueva perspectiva de la cordal.
Tras deleitarnos con las vistas desde la cima de Mágina, descendemos hacia el Collado del Puerto.
Pasamos por un antiguo pozo de nieve. En la fotografía anterior a ésta, se aprecia como en su interior sombrío todavía quedaban restos de la última nevada.
A nuestra derecha admiramos mejor la vecina Peña de Jaén.
El sendero prosigue faldeando la ladera en suave descenso.
Pasamos cerca de este precioso canchal, típico de la geomorfología calcárea.
Vadeamos el cauce seco del Barranco del Buey.
A continuación vadeamos igualmente el Barranco de Covatillas.
Y encaramos el tramo final del sendero que nos lleva a la encrucijada del Collado del Puerto. Detrás suyo nos espera la Cuerda del Milagro y la Loma de los Bolos.
Desde el Collado del Puerto contemplamos a nuestra izquierda la cabecera del Gargantón.
Y a nuestra derecha vemos el Cerro de la Serrezuela. A partir de ahora nos internamos en un profuso pinar carrasco de bajo porte.
Para obtener nuevas panorámicas lejanas, abandonamos momentáneamente el sendero del bosque, encumbrando la cota más elevada de la Loma de los Bolos. Su cúspide está formada por una plataforma rocosa, libre de arboleda, convirtiéndose en un espléndido mirador natural hacia la cuerda de Mágina, desde Peña Grajera a la Peña de Jaén, atisbando el Refugio Miramundos en el centro. Hace pocas horas estábamos justo enfrente. Abajo cae el Gargantón.
Proseguimos el sendero hacia la Fuente del Milagro, al parecer siempre seca.
Rodeamos la cabecera del Barranco de las Cuevas del Gato.
Es inevitable volver la mirada a cada instante. A partir de ahora comienza un largo descenso en busca del Camino de Guadalijar – Gargantón. Aunque el sendero es evidente, se trata de un tramo con el terreno muy descompuesto, que zigzaguea con brusquedad para minorar la fuerte pendiente, y donde derraparemos en varias ocasiones sí o sí.
Abajo vemos el pueblo de Bélmez. La Sierra de Cazorla al fondo, coronada con unas hermosas nubes lenticulares y la luna llena alzándose por encima de ellas.
Poco antes de enlazar con el Camino de Guadalijar – Gargantón, disfrutamos de una encantadora puesta de sol, con vistas hacia Sierra Nevada. Ya solo nos resta seguir el camino para cerrar el trazado circular.
Track wikilok y articulo original Kminante del Sur.
La vegetación predominante está formada por pinos salgareños y carrascos, tejos, arces, cipreses, cornicabras, agracejos, majuelos, piornos azules y amarillos, sabinas rastreras, enebros, retamas, lastones y matorral aromático. En cuanto a la fauna, es habitual el avistamiento de aves rapaces y rupícolas, como buitres leonados, águilas, halcones, perdices y chovas piquirrojas. También es frecuente cruzarnos con cabras monteses, zorros y jabalíes.
El desnivel positivo es de 1.415 m. y el tiempo total en movimiento fue de 9 horas 35 minutos, además de generosas paradas. La temperatura en cumbre oscilaba entre 2º y 7º. El itinerario transcurre según el tipo de terreno: un 85% por sendero pedregoso y vereda rocosa, un 10% por pista terriza, y un 5% campo a través.
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